El ex intendente de Santiago sorprendió con su anticipada postulación presidencial. No obstante, por el momento en su partido –la Democracia Cristiana– no hay un pronunciamiento al respecto. Las razones que tuvo para adoptar esta decisión las explica con detalles a revista Ercilla.
N° 3.323 del 2 al 15 de julio del 2007
Marcelo Trivelli Oyarzún, ingeniero de 52 años, casado y padre de tres hijos ya grandes, todos profesionales, instaló su comando en un cité del barrio Bellavista, el mismo en donde se grabaron los capítulos de la teleserie Piel Canela. Desde allí, siempre acompañado por sus dos asesores más cercanos, el sociólogo Gonzalo Tapia y el periodista Fidel Oyarzo, ex jefe de prensa de la bancada de senadores DC, planifica con sumo cuidado los pasos que dará para llegar a buen término con su postulación. “Por ahora –señala el madrugador candidato– estoy conversando con la gente, no estoy fichando apoyos ni respaldos”.
Sorprende su candidatura. Hay muchas tapadas, pero usted se lanzó de frente. ¿Por qué se decidió a hacerlo de esta manera?–Primero, porque me caracterizo por ser directo y sincero. Y esta es una candidatura de cara al país y a rostro descubierto. Eso es lo que la gente pide de la clase política.
¿Por qué la decisión de proclamar precisamente ahora su candidatura?–Porque estamos en un cambio de época y se necesita ir generando conversaciones y equipos que sean capaces de responder a los signos de los tiempos. Debemos terminar con mucha mediocridad y prepararnos para meterle mucha gestión y control de gestión al aparato del Estado.
¿Cuál es la proyección de su candidatura? ¿Quiénes lo apoyan?–Yo creo y respeto a la Constitución, que señala que la institucionalidad se funda en los partidos políticos. Por lo tanto, lo mío es dentro de la Concertación, ojalá con una Concertación más ampliada, porque creo que desde lo que fue en 1990, la Concertación se ha ido encerrando.
¿En qué sentido?–En el sentido de que le ha costado más concordar agenda con la sociedad civil.
N° 3.323 del 2 al 15 de julio del 2007
Marcelo Trivelli Oyarzún, ingeniero de 52 años, casado y padre de tres hijos ya grandes, todos profesionales, instaló su comando en un cité del barrio Bellavista, el mismo en donde se grabaron los capítulos de la teleserie Piel Canela. Desde allí, siempre acompañado por sus dos asesores más cercanos, el sociólogo Gonzalo Tapia y el periodista Fidel Oyarzo, ex jefe de prensa de la bancada de senadores DC, planifica con sumo cuidado los pasos que dará para llegar a buen término con su postulación. “Por ahora –señala el madrugador candidato– estoy conversando con la gente, no estoy fichando apoyos ni respaldos”.
Sorprende su candidatura. Hay muchas tapadas, pero usted se lanzó de frente. ¿Por qué se decidió a hacerlo de esta manera?–Primero, porque me caracterizo por ser directo y sincero. Y esta es una candidatura de cara al país y a rostro descubierto. Eso es lo que la gente pide de la clase política.
¿Por qué la decisión de proclamar precisamente ahora su candidatura?–Porque estamos en un cambio de época y se necesita ir generando conversaciones y equipos que sean capaces de responder a los signos de los tiempos. Debemos terminar con mucha mediocridad y prepararnos para meterle mucha gestión y control de gestión al aparato del Estado.
¿Cuál es la proyección de su candidatura? ¿Quiénes lo apoyan?–Yo creo y respeto a la Constitución, que señala que la institucionalidad se funda en los partidos políticos. Por lo tanto, lo mío es dentro de la Concertación, ojalá con una Concertación más ampliada, porque creo que desde lo que fue en 1990, la Concertación se ha ido encerrando.
¿En qué sentido?–En el sentido de que le ha costado más concordar agenda con la sociedad civil.
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