En el marco de las declaraciones prestadas por los ex presidentes de la Democracia Cristiana (DC), Ricardo Hormazábal hizo un duro cuestionamiento ético sobre el actuar del ex timonel PPD Jorge Schaulsohn respecto al financiamiento de campañas de su partido con fondos reservados.
El cuestionamiento nace porque el dirigente de Chile Primero, junto con otros presidentes de la Concertación, habría ido a solicitarle al entonces ministro del Interior, Carlos Figueroa, fondos públicos para solventar las campañas de las Municipales de 1996. Schaulsohn manifestó a la ministra Amanda Valdovinos, a cargo de la investigación, que durante los años 93, 94, 95 y 96 se hizo común ver este tipo de prácticas, ya que en su calidad de miembro de la mesa directiva del PPD le constaba que se recibían dineros desde el Ministerio Secretaría General de Gobierno (Segegob) por un monto de 5 millones de pesos mensuales. Una de las frases que marcó el interrogatorio efectuado por la magistrada fue que si tenía tantos reparos en cuestionar la legalidad de los dineros nunca debió recibirlos. "Ignoro las razones que tuvo el citado (Schaulsohn) para hacer tales declaraciones, son maneras de enfocar la política que no comparto, porque él no debería haber aceptado dichos recursos si tenía reparos éticos para ello", señala la declaración de Hormazábal.
El ex parlamentario se desempeñó como presidente de la colectividad desde mayo del 2000 hasta julio de 2001, y fue uno de los políticos que a principios de este año dio entrevistas a medios de comunicación sobre el uso de gastos reservados para supuestos financiamientos de campañas políticas.
Incluso, en una entrevista concedida a El Mercurio en enero pasado -y anexada a la causa-, Hormazábal se refiere a los dichos de Schaulsohn y al tema del pago de sobresueldos para ministros de Estado.
Otro de los timoneles DC que declaró en la causa fue Gutenberg Martínez, quien estuvo a cargo del partido durante el periodo 1993-1994 y luego en 2000. El decé se refirió a la forma en que se financiaban las campañas y cómo se recibían los aportes para éstas, entrando en contradicción con las acusaciones del ex timonel del PPD, puesto que negó haber ocupado este tipo de fondos.
Según su experiencia, los ingresos venían de recursos enterados por los militantes, además de las indemnizaciones provenientes de las expropiaciones efectuadas durante el régimen militar. Las deudas eran cuantiosas en créditos bancarios, por lo que tuvieron que vender gran parte del edificio que ocupaba la colectividad en Alameda, debiendo ocupar las oficinas posteriores del inmueble. Las únicas ayudas que se prestaban a los candidatos democratacristianos eran respaldos menores como apoyo político y publicidad gráfica. Esto se debe a que cada comando estaba encargado de organizar el financiamiento de sus campañas. LN
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