El titular de Transportes, René Cortázar, trabajó hasta la madrugada de ayer en el balance de Transantiago, informe que entregó a la Presidenta Michelle Bachelet pasadas las 8 de la mañana. En la misma cita, el ministro también presentó su renuncia al cargo por considerar que las mejoras que hizo al sistema no fueron suficientes para normalizar el servicio.
La Mandataria, en una medida que era esperada en el Ejecutivo, rechazó la dimisión del titular de Transportes y lo ratificó para que continúe a la cabeza del proceso de corrección de la locomoción capitalina. "El ministro Cortázar ha sentado las bases para un nuevo sistema de transporte, que se distancia claramente de lo que originalmente quiso ser y fue el Transantiago", dijo ayer Bachelet al dar su respaldo público al secretario de Estado.
La Presidenta, no obstante, dijo coincidir con el balance de Cortázar en términos de que los avances "no son suficientes para contar con un sistema que esté a la altura" de las demandas de los santiaguinos.
"Valoro esta actitud del ministro y coincido plenamente con su convicción de que estos cambios requieren ser profundizados", comentó Bachelet, quien cuando fue ministra de Salud del Presidente Ricardo Lagos le correspondió enfrentar una situación similar a la de Cortázar. Al asumir Lagos en 2000, le impuso como ministra de Salud solucionar las "colas" y mejorar el servicio en los consultorios en tres meses. Sin embargo, pese a que la meta no fue lograda, el entonces mandatario ratificó a su ministra, quien llegó a convertirse en la principal figura de su gabinete.
PLAZO FATAL
Aunque la cita entre Cortázar y Bachelet y la posterior declaración pública de la Presidenta fueron informadas a la prensa sólo minutos antes, el encuentro se venía trabajando desde hace unos días en Palacio.
En el gobierno señalan que Cortázar hace una semana había llegado a la convicción de que si bien había aumento de buses, cambios de recorridos y disminución de tiempos de espera, consideraba que las modificaciones no estarían "maduras" al 31 de diciembre, plazo fatal que se había impuesto para renunciar si Transantiago no mejoraba.
El miércoles, cerca de las 17 horas, el titular de Transportes subió al segundo piso de La Moneda, donde trabajan los asesores presidenciales. Fuentes del Ejecutivo señalan que ese día se fijó la reunión de ayer con Bachelet. Luego, el jueves a la hora de almuerzo, Cortázar fue invitado a exponer a la reunión de ministros del comité político.
La rechazada dimisión del ministro fue criticada con dureza desde la Alianza, donde se calificó de "tongo".
NUEVO PLAN
Con la renuncia de Cortázar despejada, la apuesta del gobierno -además de introducir más cambios al plan, que serán dados a conocer el lunes- es comenzar a cambiar la percepción ciudadana del sistema de transportes. Incluso se ha barajado la posibilidad de rebautizarlo, como sugirió la Presidenta semanas atrás.
Ayer Bachelet hizo hincapié en que comenzaba una nueva "etapa de cambio" para el sistema. "Mi mandato es que se consoliden las bases de un sistema nuevo, moderno y, por sobre todo, útil para los habitantes de la ciudad", señaló.
Sin embargo, los efectos políticos de Transantiago no están completamente despejados, ya que el miércoles se votará en la Cámara el informe de la comisión investigadora, donde se plantean las responsabilidades políticas por el fracaso del plan. Además, los conductores del Transantiago advirtieron que convocarán a un paro en los próximos días, debido a su rechazo a la permanencia de Cortázar.
La Mandataria, en una medida que era esperada en el Ejecutivo, rechazó la dimisión del titular de Transportes y lo ratificó para que continúe a la cabeza del proceso de corrección de la locomoción capitalina. "El ministro Cortázar ha sentado las bases para un nuevo sistema de transporte, que se distancia claramente de lo que originalmente quiso ser y fue el Transantiago", dijo ayer Bachelet al dar su respaldo público al secretario de Estado.
La Presidenta, no obstante, dijo coincidir con el balance de Cortázar en términos de que los avances "no son suficientes para contar con un sistema que esté a la altura" de las demandas de los santiaguinos.
"Valoro esta actitud del ministro y coincido plenamente con su convicción de que estos cambios requieren ser profundizados", comentó Bachelet, quien cuando fue ministra de Salud del Presidente Ricardo Lagos le correspondió enfrentar una situación similar a la de Cortázar. Al asumir Lagos en 2000, le impuso como ministra de Salud solucionar las "colas" y mejorar el servicio en los consultorios en tres meses. Sin embargo, pese a que la meta no fue lograda, el entonces mandatario ratificó a su ministra, quien llegó a convertirse en la principal figura de su gabinete.
PLAZO FATAL
Aunque la cita entre Cortázar y Bachelet y la posterior declaración pública de la Presidenta fueron informadas a la prensa sólo minutos antes, el encuentro se venía trabajando desde hace unos días en Palacio.
En el gobierno señalan que Cortázar hace una semana había llegado a la convicción de que si bien había aumento de buses, cambios de recorridos y disminución de tiempos de espera, consideraba que las modificaciones no estarían "maduras" al 31 de diciembre, plazo fatal que se había impuesto para renunciar si Transantiago no mejoraba.
El miércoles, cerca de las 17 horas, el titular de Transportes subió al segundo piso de La Moneda, donde trabajan los asesores presidenciales. Fuentes del Ejecutivo señalan que ese día se fijó la reunión de ayer con Bachelet. Luego, el jueves a la hora de almuerzo, Cortázar fue invitado a exponer a la reunión de ministros del comité político.
La rechazada dimisión del ministro fue criticada con dureza desde la Alianza, donde se calificó de "tongo".
NUEVO PLAN
Con la renuncia de Cortázar despejada, la apuesta del gobierno -además de introducir más cambios al plan, que serán dados a conocer el lunes- es comenzar a cambiar la percepción ciudadana del sistema de transportes. Incluso se ha barajado la posibilidad de rebautizarlo, como sugirió la Presidenta semanas atrás.
Ayer Bachelet hizo hincapié en que comenzaba una nueva "etapa de cambio" para el sistema. "Mi mandato es que se consoliden las bases de un sistema nuevo, moderno y, por sobre todo, útil para los habitantes de la ciudad", señaló.
Sin embargo, los efectos políticos de Transantiago no están completamente despejados, ya que el miércoles se votará en la Cámara el informe de la comisión investigadora, donde se plantean las responsabilidades políticas por el fracaso del plan. Además, los conductores del Transantiago advirtieron que convocarán a un paro en los próximos días, debido a su rechazo a la permanencia de Cortázar.
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