La apuesta de La Moneda es evitar que la interpelación se centre sólo en búsqueda de responsabilidades por Transantiago.
F. TORREALBA Y B. MARINOUna estrategia de defensa que va más allá de hacerle frente a las interrogantes por su responsabilidad por la puesta en marcha del Transantiago, se dedicó a afinar en los últimos días el ministro del Interior, Belisario Velasco, para la interpelación de hoy en la Cámara de Diputados.De esta manera el jefe del equipo político instruyó a sus asesores más directos a que le recopilaran una serie de antecedentes que dan cuenta de su gestión al mando de la cartera, en especial en lo que dice relación con seguridad ciudadana y orden público.Y si bien estos tópicos están incluidos en el temario que su contradictor, el diputado UDI Rodrigo Álvarez, le hizo llegar y que preparó con sus pares miembros de la comisión investigadora del plan de transportes; Claudia Nogueira, María Angélica Cristi, Patricio Melero y Gonzalo Uriarte, más abogados de la fundación Jaime Guzmán, según se comentó en palacio la idea de Velasco pasa por no dejar flancos abiertos y así, con números en mano, resaltar su performance durante el poco más de un año que lleva instalado en La Moneda.Asimismo, al trasladar el debate a los temas de orden público Velasco evitaría tener que reiterar que él fue de los pocos que se opuso al inicio del Transantiago, lo que instala la responsabilidad en la Mandataria por haber visado la puesta en marcha pese a esas advertencias.En la recopilación de antecedentes y asesoramiento en los argumentos de contestación estuvieron el jefe del área jurídica del ministerio, Jorge Claissac; el jefe de gabinete de Velasco, Nicolás Torrealba, el ex diputado y asesor del ministro, Exequiel Silva, y José Manuel Salcedo.También, según se supo, habría prestado su colaboración el subsecretario de Interior, Felipe Harboe, con las cifras del combate a la delincuencia.Los últimos preparativos de su defensa Velasco los realizó ayer mismo, incluso participó sólo de la mitad del consejo de gabinete efectuado en el palacio de Cerro Castillo, en Viña del Mar, ciudad a la que arribó el domingo en la noche.Para la jornada de hoy se espera que el ministro, al menos durante al mañana, mantenga su agenda habitual y solo cerca de las cuatro de la tarde se dejaría ver en el Congreso para la interpelación en la sala de la Cámara, en donde estará acompañado por el resto del equipo político, es decir, los ministros Andrés Velasco, José Antonio Viera-Gallo, Ricardo Lagos Weber y Carlos Maldonado.La interpelación se ha ajustado tras críticas a las dos anterioresEx ministro de Educación fue interrogado por 3 horas y la titular de Salud, durante 90 minutos.MAURICIO CAMPUSANO S.Establecida en las reformas constitucionales de 2005, la facultad de interpelar a los ministros debutó el 14 de junio de 2006, cuando el entonces titular de Educación, Martín Zilic, compareció ante la Cámara de Diputados a raíz del conflicto estudiantil que golpeó los primeros meses de la administración Bachelet.El secretario de Estado enfrentó ese día a una inquisitiva diputada UDI Marcela Cubillos, quien lo interrogó sobre temas tan variados como el Estatuto Docente, los cambios a la Loce, el financiamiento compartido, las pruebas Simce y Timms y la Jornada Escolar Completa.Flanqueado por los entonces ministros Andrés Zaldívar, Paulina Veloso y Ricardo Lagos Weber, en total Zilic enfrentó 33 preguntas en poco más de 3 horas de presentación. Lo extenso de dicha jornada hizo que, al término de ella, se pidiera modificar el formato para no extenuar al interrogador, al interrogado y al resto de los presentes.Como se tomó nota de ello, los ajustes debutaron para la interpelación de la ministra Soledad Barría, el 19 de octubre de 2006.Citada para responder por el conflicto de los trabajadores de la salud y la polémica que se encendió por la "píldora del día después", la titular de Salud enfrentó al diputado RN Roberto Sepúlveda.Éste optó por circunscribir a aspectos tan técnicos el interrogatorio, que en las 12 preguntas que alcanzó a hacerle en los 90 minutos de sesión, Barría finalmente no alcanzó a responder los tópicos para los cuales fue citada la interpelación.
F. TORREALBA Y B. MARINOUna estrategia de defensa que va más allá de hacerle frente a las interrogantes por su responsabilidad por la puesta en marcha del Transantiago, se dedicó a afinar en los últimos días el ministro del Interior, Belisario Velasco, para la interpelación de hoy en la Cámara de Diputados.De esta manera el jefe del equipo político instruyó a sus asesores más directos a que le recopilaran una serie de antecedentes que dan cuenta de su gestión al mando de la cartera, en especial en lo que dice relación con seguridad ciudadana y orden público.Y si bien estos tópicos están incluidos en el temario que su contradictor, el diputado UDI Rodrigo Álvarez, le hizo llegar y que preparó con sus pares miembros de la comisión investigadora del plan de transportes; Claudia Nogueira, María Angélica Cristi, Patricio Melero y Gonzalo Uriarte, más abogados de la fundación Jaime Guzmán, según se comentó en palacio la idea de Velasco pasa por no dejar flancos abiertos y así, con números en mano, resaltar su performance durante el poco más de un año que lleva instalado en La Moneda.Asimismo, al trasladar el debate a los temas de orden público Velasco evitaría tener que reiterar que él fue de los pocos que se opuso al inicio del Transantiago, lo que instala la responsabilidad en la Mandataria por haber visado la puesta en marcha pese a esas advertencias.En la recopilación de antecedentes y asesoramiento en los argumentos de contestación estuvieron el jefe del área jurídica del ministerio, Jorge Claissac; el jefe de gabinete de Velasco, Nicolás Torrealba, el ex diputado y asesor del ministro, Exequiel Silva, y José Manuel Salcedo.También, según se supo, habría prestado su colaboración el subsecretario de Interior, Felipe Harboe, con las cifras del combate a la delincuencia.Los últimos preparativos de su defensa Velasco los realizó ayer mismo, incluso participó sólo de la mitad del consejo de gabinete efectuado en el palacio de Cerro Castillo, en Viña del Mar, ciudad a la que arribó el domingo en la noche.Para la jornada de hoy se espera que el ministro, al menos durante al mañana, mantenga su agenda habitual y solo cerca de las cuatro de la tarde se dejaría ver en el Congreso para la interpelación en la sala de la Cámara, en donde estará acompañado por el resto del equipo político, es decir, los ministros Andrés Velasco, José Antonio Viera-Gallo, Ricardo Lagos Weber y Carlos Maldonado.La interpelación se ha ajustado tras críticas a las dos anterioresEx ministro de Educación fue interrogado por 3 horas y la titular de Salud, durante 90 minutos.MAURICIO CAMPUSANO S.Establecida en las reformas constitucionales de 2005, la facultad de interpelar a los ministros debutó el 14 de junio de 2006, cuando el entonces titular de Educación, Martín Zilic, compareció ante la Cámara de Diputados a raíz del conflicto estudiantil que golpeó los primeros meses de la administración Bachelet.El secretario de Estado enfrentó ese día a una inquisitiva diputada UDI Marcela Cubillos, quien lo interrogó sobre temas tan variados como el Estatuto Docente, los cambios a la Loce, el financiamiento compartido, las pruebas Simce y Timms y la Jornada Escolar Completa.Flanqueado por los entonces ministros Andrés Zaldívar, Paulina Veloso y Ricardo Lagos Weber, en total Zilic enfrentó 33 preguntas en poco más de 3 horas de presentación. Lo extenso de dicha jornada hizo que, al término de ella, se pidiera modificar el formato para no extenuar al interrogador, al interrogado y al resto de los presentes.Como se tomó nota de ello, los ajustes debutaron para la interpelación de la ministra Soledad Barría, el 19 de octubre de 2006.Citada para responder por el conflicto de los trabajadores de la salud y la polémica que se encendió por la "píldora del día después", la titular de Salud enfrentó al diputado RN Roberto Sepúlveda.Éste optó por circunscribir a aspectos tan técnicos el interrogatorio, que en las 12 preguntas que alcanzó a hacerle en los 90 minutos de sesión, Barría finalmente no alcanzó a responder los tópicos para los cuales fue citada la interpelación.
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