domingo, 18 de noviembre de 2007

Una pelea nada fraternal





Al rojo está la guerra en la Democracia Cristiana después de que cinco diputados colorines presentaran una indicación para asignarle sólo mil pesos al Transantiago en el presupuesto de 2008. La acción, condenada de inmediato por la directiva de la colectividad, dio paso a otra temporada del culebrón falangista, que pareciera no tener tregua de aquí al 2008, cuando quede despejado finalmente si la directiva llevará adelante la depuración de su padrón de militantes -que se salen de la doctrina concertacionista- y los excluya o no de la plantilla parlamentaria.
La presidenta del PDC, Soledad Alvear dio un anticipo el jueves al advertir que "el comportamiento de los cinco parlamentarios es absolutamente reprochable. La DC no merece tener ese tipo de parlamentarios". Y ayer fue el senador DC, Jorge Pizarro, quien representó la postura del alvearismo. "Es evidente que hay una maniobra, estrategia de orden político que busca romper la Concertación y crear otro referente. Detrás de eso anda Zaldívar con otros muchachos", dijo refiriéndose también a Fernando Flores como parte de ese team que, a su juicio, pretende dividir al conglomerado de Gobierno.
Adolfo Zaldívar no demoró en reaccionar y respondió que, ante la amenaza de quedarse sin cupo parlamentario, prefiere tener "la conciencia tranquila". Sin embargo, en el partido aseguran que la actitud del líder de la disidencia DC tiene una sola razón: sabe que, de ir a la reelección por la Undécima Región, perderá su escaño y es por eso que prefiere tensar las cosas.
Zaldívar aseguró que el Gobierno no contará con "nuestro apoyo" si envía el proyecto de ley que otorga recursos al Transantiago "camuflado" en el del Presupuesto 2008. "Lo que dijimos hace tres meses lo vuelvo a repetir: La solución es muy simple, que el Gobierno envíe una ley separada del Presupuesto, lo que han hecho es pretender camuflar este problema dentro de la ley de Presupuesto, eso no puede ser. Los emplazo a que manden una ley como corresponde y en esa ley que rindan cuenta de los 290 millones de dólares que les pasamos, queremos saber dónde están", enfatizó.
Carlos Olivares, uno de los cinco diputados colorines, que rechazó la aprobación de los 145 millones de dólares para el Transantiago, desestimó las consecuencias que podría implicar su votación junto a la derecha en el Congreso: "No nos preocupa el hecho de que alguna gente nos diga que nos quiere echar del partido. Estamos contentos con lo que estamos haciendo".
Sepúlveda en la cuerda floja
Este nuevo encontrón entre colorines y alvearistas parece debilitar las relaciones y el ánimo de seguir juntos. Por lo pronto, se anuncia entre ambos bandos un nuevo enfrentamiento para marzo, cuando la Cámara de Diputados deba elegir un nuevo presidente y los colorines pidan que se cumpla el acuerdo de apoyar la candidatura de Alejandra Sepúlveda, algo que los alvearistas ya ven como imposible.
Mientras algunos creen que la fraternidad ya está olvidada, otros piensan que será posible, cuando se recobre la calma, volver a sentarse a la misma mesa. De todos modos, los diputados DC tendrán que seguir compartiendo el mismo comedor en Valparaíso, porque el reglamento de la Cámara no permite conformar dos bancadas distintas con militantes de un mismo partido.
Quien se encuentra especialmente afectado por esta batalla es el diputado Roberto León, jefe de la bancada de diputados DC: "Todo el año hice muchos esfuerzos por la unidad de la Concertación y de la bancada, y ahora resulta que soy el más golpeado".
León ve la solución de la crisis "cada vez más difícil, porque está saliendo a la luz la verdadera causa, que es la odiosidad contra Soledad Alvear".
El diputado más destacado de la disidencia, Jaime Mulet, tiene, en cambio, una visión menos apocalíptica, sobre todo desde que el Tribunal Supremo del PDC "reafirmó con toda claridad que existe libertad de sufragio de los parlamentarios. No queremos romper la bancada, pero tenemos que aprender a convivir y a respetar la libertad de conciencia de cada uno de nosotros".
¿DIPUTADOS PRESIONADOS?
León insiste en que "ya estamos quebrados, tenemos proyectos políticos distintos", pero puntualiza que los colorines "son minoritarios en todas las instancias partidarias", y califica como "muy dolorosa" la situación creada por la votación del presupuesto. "Es una vergüenza lo que hicieron con el Transantiago, no miden consecuencias y ahora están felices porque le crean problemas a la DC, a la Presidenta, al Gobierno y a la Concertación; pero a los que afectan es al público de la Región Metropolitana".
El diputado por Curicó sospecha que hubo una coordinación previa entre el senador Adolfo Zaldívar y los diputados que rechazaron el presupuesto del Transantiago, así como sospecha de que puede haberla, entre los colorines y los representantes de Chile Primero en la votación que se anuncia para el martes en el Senado. "No me sorprendería que se esté trabajando un proyecto político diferente entre Adolfo Zaldívar y Fernando Flores", aventura.
Mulet, sin embargo, rechaza estas sospechas y asegura que éste supo de la decisión del grupo sólo cuando se hizo pública. Además, afirma que el grupo de diputados contrarios al presupuesto del Transantiago era originalmente más numeroso. "Otros diputados de la Concertación fueron presionados y se bajaron de su posición inicial. ¿Cuántos? De la Concertación, por lo menos diez", explica, dando a entender que el desacuerdo no era exclusivo de los colorines.
También descarta un entendimiento entre su sector y Chile Primero, y aclara que sólo coincidieron en torno al rechazo del presupuesto para Transantiago: "No hay coincidencia para un proyecto político común. Nosotros estamos dentro de la Concertación, y Chile Primero está fuera", aclara.
Por su parte, León recalca que "es lógico" que la DC no lleve como candidatos a los diputados que se opusieron al Transantiago, y que no se apoye a Alejandra Sepúlveda para la presidencia de la Cámara: "En un partido puede haber diferencias, no somos un regimiento. Pero las diferencias no pueden significar una desafección del proyecto político común".
El acuerdo original para dividir la presidencia de la Cámara que le correspondía por dos años a la DC contempla que un año sería para Patricio Walker y el otro para Sepúlveda, que fue primera mayoría nacional en la última elección parlamentaria. Pero este acuerdo, según los alvearistas, indica también que los colorines se comprometerían a acatar los acuerdos tomados en el seno de la bancada, por lo que ahora se sienten liberados para no respaldar a Alejandra Sepúlveda. LND

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