lunes, 24 de diciembre de 2007

Directiva DC desconoce renuncia de Figueroa al TS



Las desconfianzas al interior de la DC llegaron a niveles superlativos tras la filtración del borrador del fallo, que envió el presidente del Tribunal Supremo del partido, Carlos Figueroa, a los otros miembros de la instancia disciplinaria, en el cual se decretaba la expulsión del ex timonel de la colectividad, Adolfo Zaldívar.
Ello provocó la renuncia "indeclinable" del ex ministro de Eduardo Frei, pese a que la mesa encabezada por Soledad Alvear, dijo ayer que la dimisión sólo puede ser informada al propio tribunal, instancia que determinará si la acepta o rechaza el miércoles 26 de diciembre.
La noticia de la salida de Figueroa cayó pesadamente en el seno de la trizada falange, donde incluso el diputado Gabriel Ascencio emplazó ayer, desde Castro, a realizar elecciones urgentes para renovar la directiva. Adicionalmente, se sucedieron reuniones y llamados telefónicos, tanto en el "alvearismo" como entre los "colorines", para tratar de componer un entuerto que podría dejar en fojas cero el proceso que se le sigue a Zaldívar.
En ese contexto, entre los cercanos a la mesa se abogaba por la mantención de Figueroa al frente del Tribunal. El senador Jorge Pizarro dijo que esperaba que "la mesa y el Consejo le rechacen la renuncia (al ex ministro)", y que, si van a renunciar otros miembros del TS, lo hagan después de emitir el fallo, pues "sería absurdo que se acabara (el tribunal) antes de terminar la pega".
En una línea similar se pronunció el jefe de la bancada de diputados DC, Roberto León, quien expresó que "me gustaría que él (Carlos Figueroa) reevaluara su posición y pudiera retirar su renuncia".
Finalmente, en horas de la tarde, el secretario nacional de la colectividad, Moisés Valenzuela, oficializó la posición de la directiva. Allí señaló que la mesa "no posee la formalización de ninguna renuncia, ni de algún miembro del tribunal ni de su presidente, sólo conoce la información de prensa que ha aparecido en El Mercurio". Agregó que las dimisiones sólo se hacen efectivas en el ámbito del tribunal y que, por ello, esperaba que la normalidad se mantuviera y que el tribunal siguiera sesionando.
Hipótesis
De hecho, pese a que el propio Figueroa declaró "suspendida" la sesión de este miércoles 26, precisamente la cita donde se debía votar la continuidad en el partido del líder colorín, el secretario de la instancia disciplinaria, Osvaldo Díaz, envió un comunicado, donde señaló que "se mantiene" la reunión programada para las 18:30 horas del miércoles.
Otro elemento que aparece en la discusión al interior del "alvearismo es que, si finalmente Figueroa deja la presidencia del TS, otro miembro puede asumir como presidente sin interrumpir el curso de las resoluciones, cuestión que es refutada por los "colorines" que hablan de "impugnar" una salida de esa especie.
Según los estatutos partidarios, las vacancias en el TS deben ser llenadas por una mayoría en el Consejo Nacional. Sin embargo, la siguiente reunión de esta instancia sólo está fijada para enero. Un peor escenario para la directiva sería el de renuncias masivas, lo que implicaría que el proceso vuelva a fojas cero, ya que no sería válido un fallo con los votos de miembros que no estuvieron en la tramitación de la causa.
En ese escenario, se producía una caza de brujas para detectar el origen de la filtración, con acusaciones cruzadas entre "alvearistas" y "colorines". El diputado León no expresó dudas: "Hay una cuestión clara. Esta situación le favorece a la gente que ha estado creando conflicto permanentemente, que es el mundo colorín . Eso es indiscutible".
Un parlamentario "colorín" esboza otra teoría: "Esta es una cosa bastante curiosa. Primero filtran el fallo, ahora renuncia el presidente. Yo tengo la impresión de esto es una operación de la directiva, cuyo objetivo era aminorar el efecto del fallo, pero que se les escapó de las manos y terminó molestando a Figueroa", señala.
Del lado de los "cascos azules", el grupo que ha pedido la instauración de una mesa de consenso, el precandidato presidencial, Marcelo Trivelli, afirmó que "el problema de la Democracia Cristiana es que hay traiciones permanentes en las confianzas recíprocas, hay un deterioro en la convivencia, donde el conflicto Alvear-Zaldívar es solo uno más de los problemas que tiene nuestro partido".

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