sábado, 29 de diciembre de 2007

Martínez frena críticas a diputados colorines y busca aislar a Zaldívar



Los abogados Hernán Bosselin y Ramón Briones, dos históricos aliados de Adolfo Zaldívar en la DC y ex socios de él en un buffete, notificaron ayer que no se sumarán al nuevo referente que anunció el senador tras ser expulsado del partido, la madrugada del jueves. Tampoco lo harán otros de sus partidarios, como el embajador de Chile en Londres, Rafael Moreno, y algunos de sus colaboradores más cercanos, como el dirigente Enzo Pistaccio.

Bosselin, el principal asesor legal de Zaldívar, dijo que sumará fuerzas con otros dirigentes para desbancar a Soledad Alvear de la presidencia de la DC. Briones, en cambio, sostuvo que "estoy por dar una lucha feroz" al interior del partido.

Sin el apoyo de varios parlamentarios afines a su sector, como Mario Venegas, Carolina Goic, Sergio Ojeda y Jorge Sabag, Zaldívar señaló ayer que confiaba en que los cinco diputados que aún lo respaldan renuncien a la DC (ver recuadro). Estos son Jaime Mulet, Carlos Olivares, Pedro Araya, Alejandra Sepúlveda y Eduardo Díaz.

El llamado del senador, sin embargo, contrasta con los que ha efectuado en privado el ex diputado Gutenberg Martínez, quien ya echó a andar un plan para retener a los disidentes en la DC y aislar a Zaldívar.

El domingo 16, 10 días antes de que el ex timonel fuera expulsado de la DC, Martínez encabezó un encuentro con parlamentarios, miembros de la directiva y algunos consejeros de la colectividad que adhieren a la mesa de su esposa, Soledad Alvear.

Diversas fuentres de la DC señalan que en la reunión, efectuada en la residencia del diputado Juan Carlos Latorre, Martínez dio una clara señal a los invitados: frenar los ataques a los parlamentarios colorines y focalizar su ofensiva en Zaldívar.
"Sin persecución"

En la directiva DC señalan que no es conveniente producir una escisión partidaria tras la expulsión de Zaldívar. Ese escenario, dicen, sólo es favorable para el senador, por lo que la decisión del alvearismo es dar garantías a los colorines y no excluirlos de algunas decisiones clave, como la selección de candidatos municipales.

Más aún, en altas esferas DC añaden que Martínez es partidario de asegurar los cupos parlamentarios de los disidentes, en la medida que no sigan confrontándose con la mesa.

Así, ante varios de los diputados más críticos a los colorines, como Gonzalo Duarte, Roberto León y Gabriel Silber, Martínez abordó en el encuentro el costo que implicaba para el partido la renuncia de los disidentes.

"Nos dijo que no había que hacer una persecución a las facciones internas, ni entrar en un aniquilamiento del sector colorín", señala un asistente.

En esa línea, añaden en la DC, Martínez planteó la necesidad de bajar el perfil a la posibilidad de pasar al diputado Díaz al Tribunal Supremo por señalar que la directiva actuaba como una "mafia siciliana".

En sintonía con la decisión de la directiva, su vicepresidente, Jorge Burgos, señaló a La Tercera que "estoy disponible a hacer todo lo posible para mantener la convivencia interna". Una postura similar tuvo el diputado Latorre: "Nuestro trato debe ser el mismo con cualquier militante". Su par Roberto León añadió que "ellos van a ser uno más de nosotros, pero todos con el mismo norte... No es nuestra intención andar expulsando a gente"

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